sábado, 16 de octubre de 2010

CON MI VIEJA NO HE!!


Afamada frase utilizada por la mayoría de las personas que lean el artículo en algún momento de sus vidas, frase que se hace bandera al momento que uno siente que se le toca a lo más sagrado que se puede tener, frase que nunca morirá. La madre es la que te lavaba el guardapolvo, la vieja es la que te cura el raspón por andar jugando donde no debes, la vieja es la que te permitía faltar a la escuela los días en que la fiaca abundaba, la vieja es la que te grita para llamarte a la hora de la merienda interrumpiendo tu partido de fútbol o tu juego de muñecas, la vieja es la que te jode todos los días para que te abrigues al salir, la vieja es la que te pide que la llames a cualquier hora si no volvés a tu casa a dormir, la vieja es la que te pide tengas cuidado al cruzar la calle por más que tu calendario marque 30 años, la vieja es la que te espera a almorzar un domingo, la vieja es la que te da asilo cuando te peleaste con tu pareja y ésta te hecha de la casa en la que conviven, la vieja, la vieja, la vieja..

Con mi vieja no he! Nadie sabe porque, o quizás si se sepa pero la respuesta es de carácter científica, la vieja es la que mas tira a la hora de la tonta pregunta ¿A quién querés mas a tu papá o a tu mamá?, nadie sabe porque una palabra de ella es más recordada que cualquier otra cosa, o sí sabemos porque: Porque es tu vieja!. La vieja es la que te obliga a limpiar tu nuevo hogar cuando abandonaste el nido natal, la vieja es la que (mientras te sermonea) te lava los platos sucios apilados de dos noches de pereza, la vieja es, la vieja es, la vieja es. Hay madres de todo tipo, madres solteras, madres casadas, madres modernas, madres conservadoras, madres cancheras, madres “ciuda”; a pesar de esta diversidad hay una cosa que las unifica..el amor; ese amor interminable, ese amor incondicional, ese amor a prueba de todo, ese amor, ese amor, ese amor….

Con mi vieja no he! Madre no es solamente quien trae un hijo al mundo, hace falta muchos requisitos mas para poder ser MADRE, hace falta paciencia, hace falta cuidado, hace falta conciencia, hace falta.., hace falta.., hace falta.. sólo ellas saben que es lo que hace falta. Se han hecho canciones, se han hecho poemas, se han llenado páginas y páginas de libros, horas y horas de televisión, se las pone en publicidades, se las escribe con tinta de amor en la piel, se las nombra en camisetas, se las recuerda en banderas, a pesar de todo esto jamás podremos devolverle ni un cuarto de lo que nos han dado así lo intentemos todos los días.

Con mi vieja no he! Esa frase que impone respeto, esa frase que denota y deja ver que estás dispuesto a dar tu vida, por mas que ella no te lo pida, para que la respeten, sabiendo lo que defendes y sin que te importen las consecuencias. El famoso Complejo de Edipo podría explicar muchas de las maneras en que reaccionamos cuando alguien se atreve a meterse con la vieja, también el amigo Freud podría hacerlo… en este foro no los necesitamos, dejemos la psicología para otro momento.

Cuando empecé la nota tenía ganas de escribir a cerca de la estupidez que ronda por estos días a cerca del próximo Censo Nacional, al ver que nada venía a mi cabeza fue mi vieja la que apareció para desviar el texto y hacer otra cosa, a pesar de esto digo, repito e insisto CON MI VIEJA NO HE!.





viernes, 24 de septiembre de 2010

¿De donde salio este ejemplar?

Por Nicolas Bengoa




Para contestar esta pregunta deberíamos recurrir a la razón, tendríamos que dejar de lado cualquier tipo de emociones y pensar ¿Qué lleva a una persona a llorar desconsoladamente cuando no obtiene resultados?. ¿Cuáles son los motivos por los que un ser humano puede acercarse a la bestialidad en cuestión de segundos?.¿Pueden convivir pensamiento y emoción en la misma persona, o es que el “fanático” solo puede sentir y se le deja al “hincha” la responsabilidad de reflexionar?, Eduardo Galeano define al fanático como el hincha del manicomio y sostiene que éste fanático también vive en el hincha mas callado.

Se me vuelve retórica la pregunta pero insisto ¿De dónde salió este ejemplar? Ese que llora, ese que se escandaliza invocando a Dios ante cada jugada que considera innecesaria, ese que emite palabras agraviantes a un tipo que se pone una camiseta de otro color (y que el día que el mismo se ponga la de su club lo aplaudirá sin parar), ese que hace posible la presencia de la madre del réferi por más que la pobre mujer este al otro lado del mundo, ese que le dura la pena o la alegría toda una semana, ese que pretende para sí el derecho de insultar, escupir y arrojar cosas a un jugador pero cuando éste le devuelve un grito desde la cancha se siente ultrajado y reclama venganza, ese que puede pasarse todo el partido prendiendo y apagando cigarrillos por que el fin de semana antecesor esa misma repetición de acciones (según su criterio) hicieron que su equipo ganase sobre la hora, ese que deja a su mujer el día de su cumpleaños acompañado por el resto de los familiares y se va a cumplir con el ritual sagrado de la cancha, ese que abandona a su misma madre que lo trajo al mundo en su día para ir a ver un partido de fútbol que no define nada, ese que se pone la pilcha de DT en el medio de la tribuna y dibuja sistemas tácticos con sus manos en el aire expresando su deseo de juego. ¿De dónde salió este ejemplar?

Algunos llegan al mote de “hinchas” por descendencia, si esto no se da pregonan una traición cuando un hijo o nieto se hacen hincha del club rival (tradicional de la familia), también están quienes pertenecen a un club por vivir en determinado barrio o ciudad y las cercanías de una cancha o club inducen a la persona a pertenecer. Las publicidades, programas de televisión, películas y hasta libros les dedican minutos y páginas enteras para mostrar hasta donde el argentino puede llevar su pasión, algunas proponen un paralelo con la manera de sentir el fútbol en otros países y exaltan (en algún punto) las características más particulares de los nuestros. Uno al verlas se emociona, se siente orgulloso, se le llena el alma de pertenencia, hasta llega al conformismo de decir “al menos en esto somos los mejores”. No sé si seremos los mejores, tampoco sé si lo denotado por los distintos medios es motivo de orgullo, sí estoy seguro que somos particulares, tengo la certeza de conocer el pensamiento de fanáticos, hinchas y simpatizantes (si es que se me permite la última categoría), y creo que la manera en que vive, siente y manifiesta la pasión y el amor al fútbol el hincha argentino es singular, es exagerada (a veces) y única; luego de todo esto sigo sin saber ¿De dónde salió este ejemplar?