jueves, 24 de junio de 2010

Lo imposible solo tarda un poco más

Por Eduardo Toniolli


El jueves 15 de abril, a más de siete meses de su inicio, finalizó en los Tribunales

Federales de nuestra ciudad el juicio oral de la causa “Guerrieri Amelong”, en la que

se juzgó a cinco de los responsables materiales de los crímenes de lesa humanidad producidos en la zona de Rosario durante la vigencia de la última dictadura cívico militar en nuestro país


La culminación de un largo proceso judicial -que llevó casi tres décadas -, amén de un fallo contundente, aporta elementos que arrojan luz sobre nuestra historia reciente,

develando el compromiso de diversos factores de poder a la hora de garantizar la impunidad de aquellos que hoy recorren los estrados en carácter de imputados.

No casualmente el reo Juan Daniel Amelong hizo públicas -en las instancias finales del proceso judicial – las especulaciones que movilizan las esperanzas de los represores condenados: un eventual cambio de signo político en la conducción del Poder Ejecutivo Nacional podría granjearles una amnistía que les habilite terminar sus días en la

comodidad de sus hogares.

Las declaraciones del citado denunciando el carácter “político” de los procesos

judiciales en marcha, y sus constantes referencias a una supuesta “mano oculta” del Gobierno Nacional movilizándolas, además de dar cuenta de la centralidad de las políticas de Estado trazadas en la materia desde el año 2003 en adelante a la hora de avanzar en el camino de la Justicia, no hacen más que caracterizar – por contraste

-la escasa voluntad evidenciada por los diversos gobiernos constitucionales que

antecedieron al de Néstor Kirchner a la hora de quebrar las líneas de continuidad entre dictadura y democracia.

Luego de algunos avances en la materia, la rendición final del alfosinismo a mediados de la década de los ‘80, sólo dejó en pie su vocación por recusar y - vale recordar - en algunos casos penalizar, aquellas tradiciones de lucha que habían osado sobrevivir a los centros clandestinos de detención; quizás porque su sola pervivencia en el imaginario

colectivo de amplios sectores de la población, podía impugnar la idea de que la estabilidad institucional sólo era posible mediante la adopción de un republicanismo chirle y servil con aquellos poderes fácticos que - a lo largo de la historia argentina - habían enunciado su adhesión incondicional a la democracia o la república, mientras éstas no se convirtieran en obstáculo para sostener sus tasas de ganancias.


Sumado a ello, la misma década mostró a un peronismo oficial sin vocación para recordar a sus caídos y, más aún, movilizado por un macartismo militante hacia los sobrevivientes, evidencia viva – valga la redundancia – de un mandato histórico - ser revolucionario o no ser - cuyo planifcado olvido habría de galvanizar el camino hacia la traición del menemato.

Como contrapunto, vale señalar que el proceso político abierto en el año 2003 dio muestras de avanzar - en éste como en otros aspectos – dejando atrás la aceptación acrítica de los dictados del poder económico concentrado como política de Estado.

En ese avance inscribimos la política de Derechos Humanos de las dos últimas gestiones presidenciales: lo que para algunos eternos comentaristas del quehacer ajeno, es expresión de una polítíca de cooptación y domesticación de las reivindicaciones

de un colectivo de organizaciones y personalidades abocadas a dar visibilidad a un reclamo histórico, para quien esto escribe, no es más que una deseable

dinámica de re-articulación entre demandas sociales y sistema político, instancias disociadas a partir de la vigencia – durante la plena vigencia del neoliberalismo - de determinado paradigma de gestión de lo público, en el que la idea de “gobernabilidad” no era más que un eufemismo orientado a justificar el respeto a la voluntad omnímoda del etablishment.

Esta dinámica abierta a partir del proceso político iniciado hacia el año 2003 - acaso inspirada por el fantasma de las jornadas de diciembre de 2001 -, confirma el aserto señalado en su momento por un pensador nacional de la talla de Raúl Scalabrini Ortiz: “Los gobiernos no pueden realizar sino aquello que los pueblos saben pedir con autoridad y con firmeza.

De esa firmeza dependerá que no prosperen las propuestas amnistiantes enunciadas por cierta dirigencia política, mandadera de aquellos que exigen “no mirar más al pasado”, movilizados, más que por la suerte de septuagenarios represores, por resguardar el velo que la democracia recuperada mantuvo sobre relaciones de poder gestadas al calor de

gobiernos de facto que - sostenidos por la voluntad convergente de sectores concentrados de la economía nacional e internacional - se empeñaron en transformar radicalmente la estructura económica y social de nuestro país, y reformular profundamente el rol del Estado.

Una mirada atenta sobre aquel pasado reciente, permitiría dar cuenta – por ejemplo – de las razones de la continuidad de más de un magistrado en su privilegiada poltrona obtenida tras jurar por los estatutos del Proceso de Reorganización Nacional, o del lugar de preeminencia de determinado grupo empresario en el mercado de las comunicaciones, a partir de las maniobras criminales que culminaron con la apropiación de Papel Prensa.

Quien juzgue excesiva – por conspirativa - esta lectura, puede remontarse a la madrugada del 8 de octubre de 1984, cuando se produjo en nuestra ciudad un escandaloso robo a los Tribunales Provinciales, en el que se sustrajeron documentos y

pruebas obtenidas por medio de allanamientos realizados por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) y por el Francisco Martinez Fermoselle: los archivos en cuestión daban cuenta, tanto de las identidades de quienes habían integrado los servicios de inteligencia del Ejército y otras fuerzas de seguridad durante la dictadura, como del rol jugado por grupos empresarios de la región en el financiamiento de la represión

miércoles, 23 de junio de 2010

Vamos Argentina


Todos los que hacemos Adonde vas? Revista creemos que el equipo argentino traera la copa
por eso te dejamos las mejores imagenes de la primer ronda










LIFSCHITZ TE ESCUCHA

Por Lucila De Ponti


¿Qué pasa con el boleto de colectivo en la ciudad de Rosario que costaba 0, 75 centavos en 2004, y ha aumentado vertiginosamente desde entonces? Y que peor aún,los concejales socialistas hicieron todo lo humanamente posible para poder aumentarlo pocos días atrás. Tenemos el orgullo de habernos convertido en la ciudad con el boleto más caro de toda la Argentina. No solo eso, el boleto más caro de todo el país que no tiene descuento ni para los trabajadores ni para los estudiantes universitarios. Así están las cosas por Rosario, la mejor ciudad para vivir (?).

El intendente dice que la plata no alcanza, que existe un atraso tarifario y que, como siempre, hay que saldarlo con un aumento directo sobre el bolsillo de los usuarios.

Frente a todo esto nos surgen algunas preguntas:

Si el sistema de transporte público de la ciudad es caracterizado como deficitario al menos desde 2004, ¿Por qué la única solución que tiene la gestión municipal frente a esto es aumentar el boleto? Generando que año tras año, los que utilizamos el transporte

Público debamos ver incrementado el costo de este servicio que debería ser un derecho para todos, no un privilegio.

¿Por qué nunca se plantearon una revisión seria del sistema de transporte, que permita hacer foco también en las ganancias empresariales y en el manejo administrativo, buscando otra solución frente al déficit de las empresas



El intendente también dice que se debe reclamar por un aumento de los subsidios nacionales y provinciales. Actualmente la Nación otorga un subsidio al transporte público de la ciudad de Rosario que representa un 25% del presupuesto, ¿y la provincia? No sabe, no contesta. Frente a esto también nos preguntamos: ¿Por qué la municipalidad de Rosario no pide subsidios al gobernador para financiar el transporte público? Parece que el gobernador tampoco puede garantizar que los colectivos en Rosario funcionen sin tener que pagar $2 el boleto. Pero nos parece un poco raro que al gobernador Binner (a quien tampoco le alcanza el presupuesto para pagar los sueldos y por esto se ve obligado a aumentar los impuestos) sí le sobra parte del erario público para ayudar a los pobres compañeros del Grupo Clarín y de La Nación para que puedan realizar la Expoagro de 2008 y de 2010, subsidiándolos con la modesta suma de 5 millones cada año.

También nos parece un poco extraño que el intendente tenga siempre problemas presupuestarios cuando se trata del transporte público, o de pagar salarios, o del sistema sanitario, de los centros de salud, de promoción social, etc., porque no suele tener los mismos problemas para vender tierras fiscales a los dueños de Puerto Norte, de Ciudad Ribera, o para que hagan el Puerto de la Música y los Shopping, todas iniciativas que mejoran sustancialmente la vida de los rosarinos, aunque no nos demos cuenta. Será que para el intendente siempre es más fácil acordar con sus amigos los empresarios, que aumentarles los impuestos a los que más tienen para poder solventar las necesidades de aquellos que más lo necesitan.


Se nos ocurre pensar que las soluciones que encuentra el municipio frente a las problemáticas de los diferentes servicios públicos o las cuestiones relativas al vínculo de la sociedad con el Estado, siempre son las respuestas fáciles. Es decir, a justar sobre los impuestos o costos del “consumidor”, es decir nosotros, los rosarinos, los trabajadores quienes siempre afrontamos con nuestro bolsillo problemas que no necesariamente nos implican en sus causas. Pensando en esto nos quedan claras dos cuestiones que nos parecen fundamentales; un primer problema surge de la concepción que tiene el municipio del ciudadano como consumidor. Tanto el transporte público como otros servicios no son un bien que debamos adquirir, sino que constituyen un derecho que debe estar garantizado de forma igualitaria para todos, no solo para quienes

puedan costearlo. Y un segundo problema es que la única respuesta de la Municipalidad frente a los problemas presupuestarios es aumentar los impuestos o tarifas, constituyendo políticas excluyentes y fragmentadoras. Esto nos parece lo más grave viniendo de una gestión que se dice socialista y que en los papeles representa y defiende los derechos de todos y todas, pero que en los hechos la historia es otra y parece que todos y todas son cada vez menos y viven entre los Boulevares.

La juventud en el seno del proyecto nacional

Por Sebastian Sanchez


Si hablamos de cuál es el rol de la juventud en la actividad política y si queremos pensarnos como sujetos políticos transformadores, debemos vaciarnos de las nociones noventistas que indefectiblemente nos atraviesan y despolitizan. Como ejercicio, propongo revisar los anaqueles de la historia y anclarnos en la generación de los 70. De ah remontarnos a la instalación (no origen) de las reivindicaciones que ellos enarbolaban como apotemas de la construcción de un proyecto nacional y luego, sumergirnos en un terreno un tanto más complejo, el de poder identificar aquellos factores que caracterizaron la solidez y efervescencia de las convicciones políticas y sociales que supieron poner en jaque al poder hegemónico que negaba al pueblo y a la Nación.

A partir de 1945 se desarrolla la construcción del más claro proyecto nacional, gestado desde el poder y sustentado por las mayorías. Des-gastado por los poderes económicos y los intereses extranjeros fue despojarlo de la conducción nacional con un golpe de estado en 1955. Tras 16 años de reacción de esa clase hegemónica que se resistía a reconocer que una estrategia política lo había acorralado, cedió a la fuer-za histórico-política su desarrollo tardío, su potencial transformador: El movimiento peronista se instala por sobre todo como un eje político-cultural en el pueblo proscripto. Cuestiona subterráneamente el orden establecido, con una defnida perspectiva histórica de resistencia, y a la vez se abre como el fomento de las reivindicaciones políticas de las nuevas generaciones estigmatizadas por los sucesivos golpes de esta-do y por la reordenamiento hegemónico mundial de los imperios dominantes y sus respectivas resistencias.

El recuerdo activo de las realizaciones de justicia social y afrmación nacional labrado en la etapa 1945-1955 que sustentara la histórica resistencia popular contra los regimenes de la dependencia, confuyó con una multitudinaria

juventud, propugnando el retorno de Perón y la puesta en marcha de un ideario de liberación nacional y social.

Las movilizaciones y tomas de barrios se dieron a lo largo del país. Ahora bien, el estudiantado nunca fue vanguardia ni encabezó ninguna revolución, en el mejor de los casos acompañó, pero nunca encabezó una revuelta. Según la Antropóloga (UNR) Silvia Bianchi, la universidad hasta el año 66 vivía en una isla democrática de cristal. La conciencia universitaria comienza realmente a pensarse dentro de un contexto de país gracias a Onganía.

A partir de la represión del dictador los jóvenes universitarios se encuentran con el sujeto popular que hasta ese momento era pensado en términos del obrero ingles o de las contradicciones de las relaciones de producción de la Europa capitalista. El sujeto real de carne y hueso que iba junto con ellos a las marchas y que era peronista. Su identidad era clara y lo que estaba haciendo era algo que tenía claro y básicamente tenia que ver con el retorno de Perón.

En ese momento la universidad se da cuenta de que vivían en una nube alejada de los verdaderos confictos. “En ese momento irrumpe el proceso político y social que se estaba dando por afuera y era de alta confictividad y de alta combatividad del movimiento obrero y de la resistencia peronista” explica la licenciada.

Siguiendo a Bianchi, esta coyuntura “produce un aceleramiento del proceso universitario y de la participación masiva del estudiantado con esta primera vez que se da cuenta que su lucha, su manera de pensar la sociedad y un proyecto de transformación tiene que ver con el movimiento obrero”

La transmisión política estratégica de la resistencia, la pertenecía cultural, la universidad “realmente” politizada, los referentes barriales activando en territorio: generación de los 70. Esta juventud entendía que en la palabra “pueblo” yacía la usina de conocimiento de donde extraer las reivindicaciones que conformen un proyecto popular y los intereses de la nación, es decir, un proyecto nacional que los integra como sujetos necesarios para la transformación. Pueblo, en el imaginario de los jóvenes, es una idea superadora a la de comunidad y a la de sociedad. Remite a una “comunidad politizada” atravesada por los intereses económicos, subjetivada por la conciencia de los colectivos populares mayoritarios y templada por los espasmos históricos.

Momento bisagra: en el año 73 se da el despliegue movimentista, la irrupción de los militantes universitarios en territorio y la articulación con los dirigentes barriales. Este proceso es la defnición de un pueblo categórico que da respuestas a una clase de poder hegemónico. Tomar un barrio en este contexto expresaba acciones políticas concretas movidos
por una “voluntad” cultural identitaria superior que resplandecía en pleno pasaje de generación a generación irrumpiendo como emergente político en el momento en que se da el cambio de aceleración o eclosión de los procesos políticos truncos (sucesivos golpes de estados, proscripción de las mayorías, clandestinidad política, etc) para engendrar nuevas formas y modalidades políticas como fruto de esa misma raíz confictuada y apasionada.
Según señala Bianchi la espontaneidad es una experiencia teórica que ya tiene el barrio. Es la transmisión oral de padre a hijo. El estudiante no tiene esa experiencia ni esa claridad. Esta como empezando a mirar recién que es este país real, este proyecto.
Empieza una experiencia muy primaria. “Hacer una asamblea en la universidad es una cosa. Ahora, empezar a pensar que la universidad tiene que estar al servicio del movimiento obrero eso recién se empieza a hacer”.
En el militante barrial la acción política es concreta y “cierta” en la medida que
directamente se ejecuta en el plano de la transformación social, actuando directamente sobre el emergente social no tiene agua, colocamos el agua – Predomina la praxis. En este sujeto hay una pertenencia simbólica de lo cultural que le permite reaccionar desde el “nosotros” (ej: trabajadores, pobres, peronistas) en relación a lo establecido (ej: patrón, miseria, dictadura).
Por eso señala Casullo “las masas proponen su existencia política y a partir de esto
manifestan, superan y alteran sus contenidos culturales de resistencia, cuestionando y alternando las formas de lucha”. Siguiendo a Cook “la clase trabajadora atravesada por las reformas peronistas (1945-1955) no tendrán instrumental teórico ni recetas intelectuales que suplanten lo que genera el pueblo desde sus expectativas”. Cook habla de la emergencia de dirigentes desde el seno de la política del Movimiento
Nacional, de su relación mas con las bases que con el “exitismo político” que caracterizaron a las organizaciones políticas de los años noventa.La juventud tiene que buscar la relación con el conjunto popular, distanciándose del mito de la certeza ideológica-teórica de la vanguardia iluminada tanto como de los tecnócratas y politiqueros que se enquistan en el chillón arte de la dialéctica discursiva.
Debemos pegar latigazos de realidad a los discursos, forzar las categorías políticas al chispazo que hacen cuando entran en contacto con los contextos mas crudos. Dejar el (necesario) pragmatismo a los que están más viejos y hacerse dueños de la praxis.
Seamos la juventud alegre de la que hablaba Jauretche, que sepa leer y delimitar el campo nacional y popular. Sumergirnos en él. En los poros y recovecos de las atrocidades
neoliberales y los resabios menemistas, para enquistarnos como eje y motor de la construcción del Proyecto Nacional en este momento histórico que rige el pulso de America Latina.



lunes, 21 de junio de 2010

El secreto de porqué Argentina ganó el Oscar

Investigacion especial
Por Rodrigo Reasconts

Tres días antes de la ceremonia de los premios, el director del film Juan José Campanella visitó el teatro chino, emblema de las estrellas del séptimo arte, ahí fue donde puso sus manos en el cemento para dejar su paso como lo hicieron las grandes estrellas de Hollywood, casualidad que fue el primer argentino, ya que la únicas manos nacionales que se registraban hasta ese entonces eran femeninas, la actriz Norma Aleandro; primera pista para revelar el gran secreto ya que los actores nacionales que pasaron por Hollywood, de la talla de Jorge Porcel, que protagonizo el film Carlito's Way junto a Al Pacino, luego de los éxitos con Olmedo se radicó en Miami y a pesar de que vivió sus últimos años en Norteamérica, nunca posaron sus manos entre las de las grandes estrellas de cine.

Pero ésto es solo el comienzo, ya que en la antesala de la entrega de los premios el director español Pedro Almodóvar declaró a la prensa “no me quedan dudas que el secreto de sus ojos será la mejor película extranjera”, rara coincidencia que el mismo Almodóvar entregue la estatuilla, para así confirmar la segunda pista para develar el gran secreto.

Otra cuestión a analizar es porqué no asistieron los protagonistas del film Darín y Villamil, quienes fueron remplazados por Francella, flamante hincha de Racing e íntimo amigo de la oficialista actriz Florencia Peña, quien se quedó con las ganas de gritar su popular frase “A comerla”, ya que según los rumores le prohibieron al humorista emitir sonido a cambio de llevar a su mujer a la ceremonia y alojamiento por una semana más una suma interesante de material fílmico.

Analizando el film una de las escenas más impactante fue la de la persecución en el estadio Tomas A. Duco, donde justamente jugaba Racing. La cuestión es por qué no podía jugar otro equipo, nadie sabe el por qué lo único que se sabe es que el mismo Racing Club publicó al día siguiente una serie de afiches que decían “La primera hinchada que gana un oscar” pero no fueron los únicos que se colgaron de la estatuilla dorada ya que los periodistas de fútbol para todos declararon “Argentina ganó otro oscar, el anterior fue en el 86 año donde la selección fue campeona del mundo, la historia vuelve a repetirse”, a lo que la Astróloga Lilita de Nostradamus respondió “No creo que la selección pase de primera ronda”.

A la hora de ganar todos quieren el éxito y los canales tuvieron su lucha aunque ambos colaboraron en la adquisición del oscar. El 13 tuvo la televisación y la cobertura especial de Catalina Dlugi que no pudo entender la película Peruana “La Teta Asustada” que competían por la estatuilla ya que no tenía subtitulado, por otro lado Villarruel puso toda lo tenía que depositar para que Campanella en el medio del discurso en inglés meta una palabra en castellano que sea “Telefe”.

Los secretos se van develando, el cine argentino se enorgullece de haber sido reconocido por la madre capitalista esa máquina de ilusiones que es la academia, algunos dirán que es una cortina de humo pero mi investigación determina que este es un premio consuelo que muchos pagaron desde todas partes del mundo para impedir que nuestro país pague la deuda y recupere la soberanía de las Islas Malvinas.


martes, 8 de junio de 2010

Noticias que no salen a caminar



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Collage realizado por Maspor Rascon, abril 2010

jueves, 3 de junio de 2010

Ley de Medios

Marcha a favor de la ley de medios from elviejovizcacha on Vimeo.

Se viene ... se viene!



Sale a las calles

El jueves 3 de Junio sera la presentación de la Revista "A donde vas?", realizada por egresados y estudiantes de Periodismo del Iset nº 18 y Ciencias Políticas de la UNR , los cuales te invitan a conocerla.
La cita es a las 17:30hs en la Facultad de Ciencias Económicas (Riobamba y Berutti, Rosario, Argentina).
En el marco del "Seminario de Periodismo Político", que sera dictado por los periodistas Edgardo Carmona y Juane Basso.